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¡Qué buenos tiempos aquellos en que las pretemporadas futbolísticas pasaban entre Teresa Herrera, Colombino, Carranza y Villa de Madrid! ¡Aquellos eran tiempos y no estos! Trofeos de verdad en los que se veía fútbol y dos equipos dispuestos a dejarse los higadillos por levantar una copa de treinta quilos de plata.

Esta temporada, otra más, el Atleti se ha embarcado en la aventura Euroamericana.

Durante estos días se ha especulado con la vuelta de Torres. Entre los rumores y las mentiras habituales del periodismo que se apoya en la cantidad de seguidores de una red social para garantizar los siguientes pasos de un fichaje, me he encontrado con una gran cantidad de opiniones sobre el que yo pensaba era nuestro ex jugador más querido. Y tal vez no lo sea tanto.
Así pues, apoyándome en uno de mis poemas de cabecera (Antonio Machado y sus Proverbios y Cantares) intentaré explicar los sentimientos contradictorios que me genera el niño que se ha hecho un hombre.

Por una vez, se cumplieron las palabras de Enrique Cerezo y se ha realizado un fichaje que ha aportado mucha ilusión a la hinchada rojiblanca. Pero un gran fichaje, como el de Antoine Griezmann, no va a devolver la credibilidad a quienes, desde hace tantos años, vienen engañando sistemáticamente a los aficionados del Atlético de Madrid.
No es para menos el descrédito que tiene la gente del dúo dirigente

A estas horas el Atlético de Madrid todavía no ha confirmado el fichaje de Antoine Griezmann. Según todos los medios el acuerdo entre el club rojiblanco y la Real Sociedad es completo. Sólo falta alcanzarlo también con el jugador. Todos los indicios señalan que ya no habrá ningún problema para que el francés sea, hasta ahora, el gran fichaje del Atleti. Aunque habrá que esperar a mañana para terminar de concretarlo.

Enrique Cerezo ha insistido esta semana en que «si se solucionan un par de problemas que tenemos vamos a tener mejor equipo que el año pasado». Lo ha hecho en una visita a Los Ángeles de San Rafael, en un canutazo a la salida de la Asamblea Anual de la RFEF y hoy lo vuelve a repetir en una entrevista en el diario As. Lo que no ha explicado es que ocurriría si no solucionan ese par de problemas que tienen.
La afición sigue teniendo muchas dudas sobre cómo va a quedar la plantilla para la temporada próxima.

Las declaraciones de Diego Costa me han parecido muy desafortunadas, además de que revelan que este futbolista es un desagradecido. Si el delantero del Chelsea es quien es hoy y ha tenido la posibilidad de firmar un contrato millonario es gracias a su trabajo, su evolución, su capacidad de superar una lesión gravísima, pero también porque ha estado en el Atlético de Madrid y su entrenador ha sido Diego Pablo Simeone y, ojo, ha tenido los compañeros que le han ayudado en su carrera profesional.

Lucio Anneo Séneca era un filósofo hispano-romano que propugnaba que un cierto pesimismo vital era una postura más inteligente que el optimismo acrítico, ya que los pesimistas aunque no lo parezca son más felices. El motivo es simple, los optimistas siempre quedan decepcionados con la realidad mientras que aquellos que siempre se ponen en lo peor nunca se sienten defraudados.

Séneca pertenecía a una corriente de pensamiento conocida como “estoicismo”