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Del Calderón a La Peineta #3. Viaje a ninguna parte

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha sentenciado: «El Ayuntamiento y el Atlético de Madrid tienen que cambiar el convenio«. No fue en una declaración institucional sino en un encuentro digital en elconfidencial.com. A la pregunta de un internauta, Esperanza Aguirre aclaró meridianamente lo que piensa sobre las consecuencias de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) conocida la semana pasada.

A los pocos minutos de hacerse público el fallo del Tribunal, Ignacio González, no descartó que se pudiera recurrir la sentencia. Ahora tras la declaraciones de Aguirre no queda ninguna duda de que la Comunidad no recurrirá esta decisiónl.

Sin entrar en disquisiciones judiciales, para las cuales carezco de criterios y conocimientos, la construcción del nuevo estadio está más en entredicho que nunca. Es de una lógica aplastante que si FCC no puede obtener los beneficios previstos en la operación, ya que los edificios que se deberían construir están limitados a tres alturas más ático, la valoración de los terrenos que hoy ocupa el Calderón es más reducida de lo que se estableció en un principio.

Si los beneficios son menores, opino que sustancialmente menores que los iniciales, será muy complicado que la constructora pueda aceptar levantar un nuevo estadio a cambio únicamente de los terrenos de el Calderón, sin cobrar un dinero adicional.

El tortuoso camino que se inició en 2004 y que debería llevar a la afición y al club Atlético de Madrid desde el estadio Vicente Calderón a La Peineta se ha encontrado con un obstáculo que parece será insalvable.

Nunca entendí varias cuestiones de todo este enrevesado asunto. La primera es por qué si el Ayuntamiento es el más interesado en construir algunas de las infraestructuras en las cercanía del Manzanares, tiene que ser el Atlético de Madrid el que deba costearlas. Tampoco comprendo que si el Ayuntamiento es el más empeñado en edificar un nuevo estadio y darle un uso continuado posterior a La Peineta, con vistas a la candidatura de la Olimpiada de 2020, sea el Atlético de Madrid el que tenga que desplazarse sin obtener un sustancial beneficio económico.

Puede que a muchos atléticos este asunto les parezca farragoso y lo que más les importe sean los resultados de los partidos del Atleti, pero del éxito o del fracaso de esta operación depende el futuro del club Atlético de Madrid. Y cuando escribo futuro, no pienso en si ganaremos algún título o en si seguiremos instalados en la mediocridad. Me refiero a si seremos o no seremos. Así tan crudamente lo veo.

No lo digo yo solo, lo dice Miguel Ángel Gil: «El nuevo estadio nos hará crecer social y deportivamente. El cambio supone para el club un crecimiento en patrimonio, imagen, en servicios para los aficionados y en la cuenta de resultados. Cuando el estadio esté operativo habrá unos ingresos de 20 millones más por temporada que en la actualidad».

Aunque estoy seguro de que los conceptos éxito y fracaso de esta operación para mí y para Gil  son diametralmente opuestos. Mientras que para él, el éxito consistiría en que se plasmara definitivamente este acuerdo, para mí lo más prudente sería quedarnos donde estamos esperando tiempos mejores en los que un cambio de estadio, si fuera necesario, supusiera de verdad un relanzamiento económico y, por tanto, deportivo del Atlético. El Calderón es el único patrimonio material del Atlético, no se debería malvender.

Leer capítulos anteriores:

Del Calderón a la Peineta. Historia de un convenio #1.

Del Calderón a la Peineta. Historia de un convenio #2.

Del Atleti por principios. Y hasta el final.

Comentarios (2)

  1. Me parece a mi que la sentencia al final les ha venido bien, no a la CAM o al Ayuntamiento, sino a FCC, verdadero y principal beneficiario de la operación inicial.

    La crisis inmobiliaria con importante bajada de precios y de demanda habrá hecho ver a FCC que con esta operación finalmente podría palmarla y ahora ve un recoveco por donde escabullirse de la operación y hechar marcha atrás, haciéndoselo saber a sus patrocinadores CAM y Ayuntamiento.

    Por otra parte yo que siempre he sido contrario a la deportación forzosa a la Peineta, también quiero hacer ver la discriminación que sufre nuestro Club en esta ciudad y Comunidad:

    Mientras a algunos les recalifican un terreno con uso para dotaciones deportivas (que en su día se expropió para ser utilizados por una entidad privada, debiéndose revertir a sus iniciales propietarios o herederos si deja de cumplir esa función, pero eso es otro tema) y se les permite construir las 4 mayores torres de Madrid y de España (y de las mayores de Europa), a otros sin embargo se les aplica una Ley que solo permite 4 alturas (dato por cierto insólito en Madrid donde el noventa y tantos por ciento de edificios supera esa altura, también en la misma zona).

    Ya digo que siempre me alegraré de no ir a La Peineta, pero también me jode la discriminación institucional y legal que sufrimos, y esto no es un problema originado por la gestión gilista, esto lo arrastra el Atleti con su historia, en su momento V. Calderón tuvo que luchar para construir el estadio con su nombre porque estaba pevista la construcción de la M-30. Después nunca nos dejaron cerrar las esquinas , y los terrenos aledaños al estadio solo fueron recalificados para construirse en ellos durante la administración Rubí (tan mala como la de Gil) con invisibles beneficios para el Atleti (por cierto con más de esas 3 alturas y ático).
    A Gallardón se le ocurrió soterrar la M-30 y dejó el cuello de botella del Calderón cuando técnicamente es posible hacer un túnel bajo el Estadio para dar continuidad a los túneles, ¿por qué tiene que pagar el Atleti el soterramiento de la M-30 bajo el estadio si el resto del túnel lo ha pagado el Ayuntamiento? ¿acaso pagó el Real Madrid el túnel de Renfe que pasa bajo el Bernabéu? ¿pagó el BBVA el mismo túnel que hay bajo su torre en Nuevos Ministerios?, ¿alguna Comunidad de Propietarios ha pagado por tener bajo su edificio un túnel de Metro?. Ahí está claro que Gallarkamon nos la coló a nosotros y a los señores Gil y Cerezo que lo firmaron.

    La Ley actual impide el proyecto actual, pero bien es verdad que la Ley es algo que se puede cambiar y para otros equipos se cambia (ya no hablo siquiera de ignorarla como se hace casi siempre), Ayuntamiento y Comunidad han tenido tiempo en todos estos años de modificar la Ley que seguramente sabían era contraria al proyecto presentado.

    Por lo demás ya en este blog y en el mío he hablado alguna vez de las pocas ventajas (si las hay) que tendría la nueva Peineta sobre el Calderón, un estadio peor comunicado que el actual, en una zona poco accesible hoy mismo sin fútbol (vivo al lado y conozco los atascos diarios), se habla de unos beneficios de no sé cuantos millones más por la mayor capacidad, sabiendo que el Calderón solo se llena en 3 o 4 partidos al año, por lo que el resto de partidos nos sobrarían las 20.000 localidades que tendría de más la Peineta.

    Yo sigo siendo partidario de una modernización del Calderón (cierre de las esquinas, cubierta sobre las gradas, párkings subterráneos en las calles adyacentes, recuperación de las pasarelas sobre el río eliminadas con las obras de la M-30, soterramiento de la M-30 costeado por el Ayuntamiento como el resto del trazado, construcción de estación de Cercanías de la C-5 que pasa junto al estadio, líneas de autobuses especiales de alta capacidad y rapidez en días de partido y desde distintas zonas de la capital, cambio de nombre de la estación de metro de Pirámides como se aprobó en su momento…) y que el Ayuntamiento construya su estadio olímpico o que lo haga en la propia Castellana o en Concha Espina, y que se financie quitándole dietas, coches oficiales y demás prebendas a sus Concejales y al actual Ministro de Justicia

    Un enlace de hace unos años sobre el tema en mi blog: http://derojoyblanco.blogspot.com/2008/10/accesos-y-salidas-del-caldern-y-de-la.html

    Un saludo

  2. Adal: no se puede decir mejor y con más razón de lo que tú lo has hecho.

    Ésa discriminación histórica se ha vuelto a ver patente en este tortuoso proyecto. Digámoslo, el Real Madrid hace y deshace a su antojo, todo son facilidades y al Atleti que le den morcilla.

    Por eso he querido resaltar en el artículo que no se entiende que el Atlético de Madrid tenga que pagar el soterramiento de la M-30.

    Para mí la cuestión fundamental en este caso es que el Atleti tiene la sartén por el mango. Es el Ayuntamiento y la CAM la que necesita al Atleti, no al contrario. El Atlético, sus dirigentes, deberían haberse hecho fuertes desde el principio y, al contrario han sido muy blandos. Han aceptado las condiciones iniciales y las posteriores rebajas que se han ido produciendo a lo largo de siete años y pico.

    Por eso, estoy seguro de que es mejor para el Atleti que la operación se paralice y se espere a mejores tiempos y a mejores dirigentes. El Calderón es nuestra última posibilidad de crecer económica y deportivamente, por eso todo negocio que pueda acarrear su venta ha de hacerse con mucha prudencia y mucha inteligencia.

    Un abrazo.