Lo había soñado muchas veces. Para ser francos, quien más y quien menos ha fantaseado alguna vez con jugar con su equipo, ante su afición, como titular, con todos los focos apuntando. Lo que se escapa de toda imaginación, incluso de la de los más optimistas, es que después de trece segundos tengas a toda esa hinchada rendida a tus pies tras firmar el gol más rápido de la centenaria historia del club. Y todo con apenas 18 años.