Los futbolistas del Atlético de Madrid recibieron a sus contrarios cual si fueran patricias y plebeyas romanas homenajeando a los héroes de las legiones que tras largas campañas conquistando tierras para mayor gloria del Imperio regresaran victoriosos a Roma. Las mujeres romanas lanzaban al aire pétalos de rosas rojas para agasajar a sus soldados en los desfiles triunfales. No llegó la cosa a tanto, por parte de los nuestros, pero poco le faltó.