Fue un mal partido. No pasa nada por decirlo, no hay que autoengañarse. El Atlético de Madrid no estuvo al nivel acostumbrado y el Villarreal es un gran equipo, ayer lo volvió a demostrar siendo superior a los colchoneros. Los amarillos empataron el partido por insistencia y buen juego, principalmente en el centro del campo. Bruno y Cani anularon la presión rojiblanca, obligando al Atleti a parapetarse muy atrás y no permitiendo en ningún momento los temidos contraataques de Villa y Costa.