6

Tierra de fuego, tierra sin libertad

Hace casi un año, el 30 de noviembre de 2012, el Atlético de Madrid anunció que había alcanzado un acuerdo por el que la República de Azerbaiyán luciría como nuevo patrocinador de la camiseta rojiblanca. Land of Fire -Tierra de Fuego-, el lema oficial del país sería visible en el pecho de los jugadores atléticos durante el derbi madrileño del primer día de diciembre. El acuerdo inicial era sólo para este partido, pero el Atleti logró firmar con el país caucásico un acuerdo de ampliación del patrocinio hasta 2014.

Oficialmente, Azerbaiyán es una República Presidencialista, esto es, una democracia en la que sus habitantes eligen mediante votación libre al presidente del país. Realmente no es así. Una dinastía, la familia Aliyev, gobierna Azerbaiyán desde hace 20 años.

Heyder Aliyev, padre del actual presidente y fundador del partido Nuevo Azerbaiyán, presidió la República de Azerbaiyán durante 10 años (desde 1993 hasta 2003, año de su fallecimiento). El cargo de líder azerbaiyano no era nuevo para Aliyev, ya que durante muchos años estuvo ligado al poder comunista soviético. Perteneció al Comisariado Popular para la Seguridad de Estado (NKGB, lo que posteriormente sería KGB) desde 1944. Su carrera política siempre estuvo ligada al Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), llegando a ser nombrado por Yuri Andropov miembro del Politburó soviético en 1982.

Una vez fallecido el patriarca, le sucedió en el cargo su hijo. Ilham Aliyev accedió a la presidencia del país mediante unas elecciones en octubre de 2003. Tras dos mandatos quinquenales, en los que logró un apoyo del 76% y del 87% de los votantes respectivamente, acaba de renovar el cargo por otros cinco años en una controvertida cita electoral que tuvo lugar hace poco más de un mes en la que obtuvo el 85% de los votos de los electores, dejando en un 7% a su más inmediato perseguidor.

El escándalo surgió el 5 de octubre cuando The Washington Post publicó una noticia con el siguiente titular: «Azerbaiyán da el resultado de las elecciones antes de que se celebren”. Y es que la Comisión Electoral publicó unos resultados a través de una aplicación móvil cuatro días antes de que se celebraran las elecciones. Las autoridades azerbaiyanas alegaron que se trató de un error, puesto que estaban haciendo unas pruebas y enviaron los resultados de las elecciones de 2008. Posteriormente alegaron que los datos publicados correspondían sólo a 15.000 votos, que mostraban unos hipotéticos resultados de un pequeño distrito electoral. Los esfuerzos por evitar las sospechas de amaño electoral resultaron en vano.

 

app electoral Azerbaiyán

Resultados electorales en una app de Azerbaiyán

Enrique Cerezo y Miguel Ángel Gil Marín han eludido siempre hacer referencia a cualquier conculcación de los Derechos Humanos de los azerbayanos. Cerezo declaró en la visita del Atlético de Madrid al estand de Azerbaiyán en FITUR: “Creemos que Azerbaiján -sic- ha encontrado en el Atlético de Madrid a un socio ideal, porque como entidad deportiva, pensamos que el fútbol, por la dimensión mediática que alcanza a nivel internacional, y por los valores que representa, se convierte en una herramienta estratégica para acercar culturas y estrechar vínculos entre pueblos y personas”.

Diversos organismos internacionales como otras entidades que velan por el cumplimiento de los Derechos Humanos han denunciado que en Azerbaiyán no existe libertad de prensa ni libertad política para ejercer una oposición política al actual presidente del país. La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), organismo encargado de de supervisar las últimas elecciones, ha detallado cómo sus observadores asistieron a numerosas irregularidades y fraudes. Según Amnistía Internacional, el régimen gobernante ha acosado, detenido y encarcelado a decenas de opositores, limitado su acceso a los medios de comunicación y ha puesto en marcha juicios-farsa en las semanas previas a las elecciones. (Información extraída de Café Steiner, blog de política internacional de El País).

Gil Marín ha seguido la misma línea que el presidente. En el viaje del club a Azerbaiyán declaró: “Nos sedujo la idea de dar a conocer una marca país en vez de una marca comercial y de dar un valor añadido a este tipo de patrocinio. El desarrollo que ha tenido Azerbaiyán en los últimos años ha sido espectacular […]. Las empresas españolas pueden aportar mucho en el mercado azerbaiyano. Por esta razón, tenemos previsto organizar encuentros empresariales entre ambos países y contribuir a identificar oportunidades de crecimiento y de negocio para ambas partes”. (El País, 12 de mayo de 2013).

El Atlético ha hecho negocio con el patrocinio de Azerbaiyán. Desde el punto de vista económico el acuerdo es generoso, ya que 12 millones de euros por una temporada y media es mucho más de lo que nadie ofreció a Miguel Ángel Gil Marín durante el tiempo que dedicó a buscar a un nuevo patrocinador. Desde el punto de vista humano es un pésimo acuerdo que obliga a los dirigentes colchoneros a callar y a mirar para otra parte.

Imagen de la captura de la app: The Washington Post.

Foto de Enrique Cerezo en FITUR: Club Atlético de Madrid.

Del Atleti por principios. Y hasta el final.

Comentarios (6)

  1. Una vez más (y van ya…) poderoso caballero es Don Dinero. La ética pasa a un segundo plano.

    Ayer en el Calderón pensé durante un instante que no estaría mal visitar Azerbaiyán, se me han quitado las ganas.

    • Una dictadura disfrazada de democracia. Los dirigentes atléticos no tuvieron ningún reparo para firmar un suculento contrato con un país en el que no se respetan las libertades más elementales.

      Un saludo.

  2. Ya sabíamos que las leyes gustan poco en la familia Gil. Esto no hace más que certificarlo.

    Como me ha dicho mi padre siempre, «a mi ponme donde haya dinero, que de cogerlo ya me encargo yo». Pues eso, igual da que detrás de este patrocinio esté una «dictadura moderna» y que se vulneren los derechos de las personas. Mientras llegue la transferencia…

    Un saludo desde http://www.paseomelancolicos.com

  3. En España si sigue la progresión actual no tardaremos en estar a su altura, así que mejor nos fijamos más en nosotros que en los de afuera.