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Oasis y espejismos

Las temporadas del Atleti se han convertido en una travesía por el desierto con la ilusión de descubrir un oasis que al final siempre es un espejismo. Pero una vez recobrada la razón provocada por la insolación, volvemos al calor y la soledad de la nada en la tierra de nadie.

La Liga parece marcar un horizonte tan lejano como conocido. Lejos de los puestos Champions y con una competencia feroz también para Europa League, el listón comienza a bajar hasta tal punto, que un peldaño por encima del fracaso es un objetivo para celebrar.

El Valencia a principio de temporada, en boca de su presidente, dijo que iban a luchar por la Liga, porque así lo creían. Un objetivo poco realista pero admirable, porque a malas tendrán que confomarse con un tercer o cuarto puesto. Nada se celebrará, pero volverán a ser terceros un año más.

El Atleti pone en el punto de mira el cuarto puesto como cada inicio de Liga. Y cada año según van pasando las jornadas le robamos las metas al resto de equipos de Madrid. Primero nos aliviamos por asegurar la categoría, luego cambiamos de entrenador, encontramos un oasis, un espejismo, miramos la Champions y según el azar ese año, celebramos entrar en Europa a través de un séptimo puesto o nos quedamos en el limbo de la mitad de tabla. Y si no se consigue nada de lo anteriormente citado, no importa, este año sí ganamos al Real Madrid, que es el equivalente a cualquier objetivo de temporada según algunos.

Así, entre oasis y oasis nos encontramos con eliminatorias de Europa League reilusionandonos con un Hamburgo 2.0. No sé que pasará, pero el objetivo real del Atleti este año es la Europa League. Con una pequeña salvedad. Al contrario que el discurso perdedor de su directiva, el objetivo del Atleti no es llegar lejos en esta competición, el objetivo es llegar a la final y ganarla.

Si cada vez que un saltador que se dispone a saltar baja el listón jamás sabrá si podrá superar su mejor marca. Está bien ser realista. El Valencia lo es. Lo que no está bien es poner un objetivo conservador y decirle a la afición que es imposible que se pueda aspirar a cotas más altas. Es más, y si ni con esas se cumple, no pasa nada. La culpa es del entrenador, de los jugadores, de Indi… o que no hemos ganado al Madrid (otra vez).

De nuevo termina donde empieza todo, en el desierto. Unos seguirán caminando año tras años viendo rumiar o escribir artículos a los dromedarios, mientras su equipo repite una y otra vez la misma historia. Otros, se quedarán en el oasis esperando que llueva o simplemente se irán. Y mientras los tuareg a lo suyo.

Atlético de la vieja escuela. Un gol de rubio, una falta de Landáburu y el espíritu de Arteche. Los videojuegos mi profesión. El cine, modelismo y humor canalla mi pasión
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Comentarios (5)

  1. Demoledor reflejo de la exigencia actual es su frase: «el listón comienza a bajar hasta tal punto, que un peldaño por encima del fracaso es un objetivo para celebrar»…

    Enhorabuena, Don José

    • Jose Valera

      El día que mas vergüenza sentí como aficionado fue el día que la gente fue a Neptuno tras conseguir el ascenso. Celebrar cuartas clasifcaciones o séptimas queda en un segundo plano después de esa infamia.

      Un abrazo

  2. Ahora ya no se habla de Champions sino de Bucarest. Cuatro partidos para Bucarest, un reflejo del Atleti campeón en Hamburgo, bla, bla, bla. Y cuando nos eliminen de la E.League, si lo hacen, volverán a mirar hacia otro lado y entonces hablarán de un super fichaje para el centro del campo, de dos defensas internacionales y de un extremo que se disputan Manchester y Bayern Munich. El caso es vender humo para tapar la realidad y la realidad es que pasan los años y el Atleti sigue siendo igual de mediocre. Pasan jugadores, entrenadores, directores deportivos y los dos de siempre siguen ahí, y la cosa no cambia. Bueno sí, cada año a peor.

    Un saludo.

    • Jose Valera

      Lo sorprendente es la capacidad de autoengaño del personal cada año. El grado de resignación y falta de exigencia es aterrador. es difícil de entender un comportamiento así.

      Un saludo

  3. Ésa es la triste realidad que nos va quedando en el Atleti: decir que vamos a ganar al Madrid. Me recuerda a cuando el Barcelona tenía el mismo objetivo. Nos quejamos de los dirigentes, con toda la razón, pero la afición, hay que echarla de comer aparte.