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Los futbolistas juegan donde quieren

Los futbolistas juegan donde quieren

A estas cinco palabras se les ha unido a fuego la fotografía de Enrique Cerezo. Cada vez que la prensa recurre a la verborrea fácil del presidente del Atlético de Madrid cuando un rumor sitúa a un futbolista rojiblanco lejos del Calderón, éste les responde con la misma frase. Tal vez busque la sonrisa fácil como en su día buscaron los Payasos de la tele con aquel “¿Cómo están ustedes?” o el mítico muñeco Macario con el “¡Qué contento estoooooy!” pero lo cierto, señor Cerezo es que a los aficionados, y me van a permitir la expresión, no nos hace ni puta gracia.

Los jugadores juegan donde quieren, cierto es, pero no menos cierto es que en su día David de Gea, Fernando Torres, Diego Forlán o el Kun Agüero quisieron jugar en el Atlético de Madrid. Formar parte del otrora tercer mejor equipo de España suponía un reto para cualquier futbolista hasta hace unos años. Ahora, por culpa de su gestión y de la de su consejero delegado, jugar en el Vicente Calderón no es más que un mero trampolín para dejarse ver ante los guapos de Europa a los que, hasta no hace mucho tiempo pertenecíamos.

Ustedes no han sabido aprovechar lo que tenían entre manos, la tercera mayor masa social del país para reclamar una parte mayor del pastel televisivo. Eso, como bien comentaba Fran Guillén (@guillenfran) en el podcast de Esto es Atleti, les obligaría a una mayor exigencia y una mayor responsabilidad que no están dispuestos a soportar. Los jugadores juegan donde quieren, y no quieren que Elías organice sus jugadas de ataque o que Valera sea el encargado de cubrir el flanco derecho de la zaga. Es ley de vida.

Ahora se irá el Kun. Personalmente, me es indiferente que lo haga al Real Madrid o a los Denver Broncos de la liga de fútbol americano. Lo que sé, señor Cerezo, es que miles y miles de aficionados tendrán que pasar por la lavandería para borrar de sus camisetas el diez del Kun Agüero. Que cientos y cientos de niños extasiados tras los títulos de la pasada temporada se quedan sin un ídolo al que admirar domingo a domingo y que volverán a preguntar a sus padres que por qué son del Atleti. Puede que a usted no le importe y que considere que “vendrá uno igual o mejor”, pero con los sentimientos de los atléticos no se juega.

Usted sigue diciendo que ni negocian ni venden, pero la voluntad del jugador está ahí. Ha dejado claro que, por mucho que sienta los colores, no son ustedes capaces de darle lo que necesita para seguir creciendo. Si se va Forlán, no pueden traer a Adrián. Si se va De Gea, la opción de Joel sigue siendo demasiado frágil para defender la portería. No han sabido arropar a un equipo campeón con refuerzos de primera fila. Los jugadores juegan donde quieren, sí, pero los directivos han de hacer todo lo que esté en sus manos para que sus estrellas estén a gusto. Y eso, a día de hoy, en el Atlético de Madrid, es misión imposible.

Periodista en Eurosport Yahoo! Rojiblanco como bendito castigo y nostálgico del fútbol de antaño. Politeísta creyente en Gárate, Luis, Arteche y Calderón. Fernando Torres, el profeta.

Comentarios (7)

  1. Más razón que un santo.
    Los directivos deben gestionar este club para que los buenos jugadores de futbol, se quieran quedar siempre en el Atletico de Madrid, ya que el error que tenemos en comparar un jugador de futbol, con un aficionado es gigantesco. El jugador es un profesional que juega al futbol para llevarselo y el aficionado ama los colores.
    La culpa, los de siempre, por no saber conservar lo bueno de nuestro equipo.
    Saludos.

  2. Amén. No quito ni añado.

  3. Jorge:

    Creo que no hay que quedarse en el caso concreto del Kun. La verdad, y ésa es incuestionable, es que el Atleti era el tercer equipo de España, como tu bien recuerdas, en muchas ocasiones el segundo y en otras cuantas el primero.

    No nos olvidemos que en algunos momentos venció al mejor Madrid de la historia al principio de los 60. La década de los 70 fue gloriosa. Y en los 80 teníamos, quizás menos jugadores de calidad, se ganaron menos títulos, pero se dejaban la piel. Todos querían ver al Atleti y no se querían ir. Ahora es al contrario, vienen pero en cuanto pueden se van. Eso es lo que hay que pensar.

    Un abrazo, Jorge.

  4. Jorge Ordás

    @CAR: Totalmente de acuerdo. Por muy románticos que queramos ser, los futbolistas de hoy en día miran primero por lo deportivo y lo económico. Eso no quita, en ningún caso, que desde la directiva haya que hacer todo lo que sea posible para que esos jugadores prefieran nuestra opción antes que cualquier otra cosa. ¿Por qué Kanouté ha seguido en Sevilla? ¿Por qué Mata sigue en Valencia? Así, muchos ejemplos.

    @Whomples: Quitar no sé, pero poner seguro que tanto tú, como yo, como cualquiera pondríamos muchísimas más barrabasadas sobre quienes mandan en el Atleti. A veces cuesta ser políticamente correcto.

    @Julio: Tú has hecho un resumen que no necesita comentario alguno. Siempre ganábamos títulos y cuando no se ganaban se peleaban a muerte contra equipos que, en ocasiones, eran tan superiores como los Real Madrid o Barça actuales. La falta de exigencia (hay que quedar cuartos, pero si somos séptimos no pasa nada) y la mediocridad de la plantilla nos ha llevado a lo que somos. Una pena…

  5. Siempre duele que el ídolo de la afición se marche, pero encima que lo haga al Madrid, eso jode.
    Se fue Torres y sobrevivimos, se va Agüero y lo haremos, pero por favor un poco de organización.
    Se va el Kun, De Gea, Forlán, … pobre Atleti, ¿por que no se van Gil y Cerezo ?

  6. Jorge Ordás

    @Carlos Pues eso nos preguntamos todos, amigo…

  7. Esta es mi opinion sobre la situacion del equipo …

    Si el Atlético de Madrid quiere volver a ser algún día un club grande…
    La concordia hace crecer las pequeñas cosas, la discordia arruina las grandes.
    Salustio

    Erase una vez un club que habitaba en la ribera del Manzanares y desde esta disputaba la supremacía del país a su vecino, pero pasaron los años… y este equipo se empeño en inmolarse una y otra, vez sin saber muy bien el objetivo pero consiguiendo ver cada vez más lejos las coronas de laurel que antes frecuentaba.

    El caso de Agüero no es más que la enésima confirmación de que en el club colchonero las cosas se hacen de muchas maneras, incluso alguna vez se hacen bien pero las ocasiones son cada vez más contadas.

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