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Es curioso que en la época en la que los medios de comunicación dedican más horas a hablar de fútbol, menos se habla de fútbol y más de lo que ocurre alrededor de él. Los debates suelen centrarse en insultos, escupitajos y entradas. Ni los propios profesionales de la pelota hablan de su deporte. Todo lo que dé morbo al espectador, al lector o al oyente es bienvenido. Incrementar la audiencia a costa de lo que sea. Escucharemos mucho ruido una semana más. Silenciemos los decibelios y hablemos de fútbol.

Hay aficionados del Atleti que ven en el Betis un equipo afín, con características similares y por ello les cae simpático. Otros, en cambio, no vemos en el equipo verdiblanco ninguno de esos rasgos. Le vemos como uno de esos equipos a los que tenemos la obligación de ganar. Sin simpatías ni antipatías. Sin desprecio ni aprecio. Por historia, por afición, por fácil o por difícil que pueda ser en un momento dado hay que ganar. Somos el Atlético de Madrid.

Poco a poco empezamos a entrar en esos momentos de temporada donde todo lo hecho no sirve para nada si todos los retos que se nos presentan no son superados.

Este año, el Atleti, justo de recursos y talento, ha multiplicado por 10 sus cualidades para paliar sus carencias. Ha asimilado las grandes virtudes de su entrenador y ha tejido una gran tela de araña basada en el compañerismo y la amistad que tienen los jugadores entre sí.

Oliver Torres es hoy por hoy la mayor esperanza de la cantera rojiblanca para un número importante de aficionados y periodistas especializados en el Atlético de Madrid de la talla de Ruben Uría o José Miguelez que reiteran en cunto tienen ocasión la excepcionalidad de su eclosión como futuro cerebro del equipo. Sin embargo en lo que muchos veían como su temporada para tomar la alternativa, para asomarse a la élite, para dar un golpe sobre la mesa como estandarte de ese nuevo Atlético de Madrid que surge como escuela de talentos.

Emiliano Insúa es ya jugador del Atlético de Madrid. Ha pasado el reconocimiento médico esta mañana muy temprano bajo la supervsión del doctor Villalón. Insúa llega al Atleti para reforzar el lateral izquierdo. Una petición expresa de Simeone al que no ha terminado de convencer el trabajo de Domingo Cisma. Es evidente que el equipo necesita un jugador en esa posición que pueda sustituir, en caso de necesidad, a Filipe Luis, hoy por hoy, indiscutible en las alineaciones.

Tras el solvente pase a las semifinales de la Copa del Rey, el Atleti retoma la Liga contra el Athletic de Bilbao en San Mamés en la que será la última visita del Atleti al mítico estadio bilbaíno ya que será derruido a final de temporada. San Mamés, el único campo español que ha vivido todas las temporadas ligueras, quedará siempre en la historia del Atleti; en él jugó su partido 2000 en primera división. Fue en la temporada 98/99 y el Atleti se llevó la victoria por 1 a 2.

Cuando el Atlético de Madrid decidió fichar a Gabi en el verano de 2011 pensé que era una nueva metedura de pata de la dirección deportiva. Volver a un club dónde ya has estado suele ser sinónimo de fracaso, y más de la forma que se marchó Gabi del club. Aguirre le dio la confianza en la temporada 2006/2007, pero no pudo alcanzar el nivel que se le presuponía como el futuro organizador del primer equipo.