Nadie sabe muy bien cómo se produjo, pero sobre las plácidas aguas del Atlético de Madrid cayó un inesperado chaparrón que ha pillado a equipo, técnico y afición sin paraguas y a la intemperie. Porque de un grano de arena se ha hecho una montaña, de la nada el todo. Distintos medios se recrean ante la posibilidad de que la siempre ejemplar afición rojiblanca clave el puñal en la espalda de su mesías, Diego Pablo Simeone, sin más motivo que una sustitución. El cisma entre el técnico argentino y el público, dicen, está cerca. No consuman.