Si el día en que Luis Figo emparejó las bolas de Barcelona y Atlético de Madrid nos dicen que el partido de vuelta, en el Vicente Calderón y más vivos que nunca, lo iba a jugar Adrián López como referente ofensivo, alguno acababa en urgencias. Diego Pablo Simeone lanzó el bombazo en plena rueda de prensa y, aunque por dentro todos se extrañaban, nadie pudo rechistar la decisión del Cholo. Cosas de su liderazgo, de su casi deidad.