Hace tiempo el Atleti era un grande. Luchábamos por ganar la Liga, estábamos en todas las finales, cuando íbamos a un campo el rival se acojonaba. Cuando no eres grande y lo has sido, tienes que aparentar esa grandeza. Tienes que meter miedo al rival, aunque luego pierdas, al menos demuestra tu grandeza. Ayer el Atleti fue al Camp Nou como un equipo pequeño, como cuando has tropezado, estás a punto de caer y en vez de alargar los brazos y buscar apoyo, lo único que haces es cerrar los ojos y esperar el inevitable porrazo. El Atlético está cayendo, y ya tiene los ojos cerrados.