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Un grupo de estudiantes bilbaínos bajaban caminando por el Paseo de la Castellana tras el partido del Campeonato de España que disputaron el Athletic Club de Bilbao y el Madrid FC el 8 de abril de 1903. La primera parte terminó con victoria de los madrileños por 2-0, pero tras el descanso los bilbaínos lograron voltear el marcador para teminar proclamándose campeones.
En el partido se produjeron varios altercados verbales entre los aficionados de uno y otro equipo.

Este año después de muchos como socio decidí dejar de ser abonado al Atleti. Desconozco si mi asiento ha quedado libre o está como cada vez que me lo encontraba antes de empezar los partidos, llenos de pipas y mugre. No lo sé.
Las razones que me llevaron a tomar tal decisión las he contado varias veces en mi twitter o dejándolo caer en alguno de mis artículos aquí publicados. Una decisión personal que me ha llevado a alejarme del Vicente Calderón después de 20 años.

El Atlético de Madrid repartió anoche alegrías a raudales. A los suyos por realizar un partido soberbio, digno de pasar a la historia de las grandes noches europeas y a los otros por regalarles dos goles en los últimos segundos de cada tiempo que les procuran algunas opciones de superar la eliminatoria cuando ya las creían todas perdidas. Equidad salomónica. Un estupendo resultado, si no hubiéramos visto cómo el Atlético arrolló al Valencia en su mejor partido de la temporada.