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El gol y Falcao se juraron amor eterno. Un amor a primera vista. Un flechazo. El inicio de un idilio con principio y sin final. El gol ama a Falcao y Falcao ama el gol. Un amor de juventud que ha ido alcanzando la madurez , pero que aún conserva la fogosidad de los primeros tiempos. Ayer el colombiano reventó la final de la Europa League con dos goles para la historia en un partido monumental. Sería injusto destacar sólo al colombiano, pero también lo sería no decir que por encima de todos brilló la estrella de Radamel Falcao.

En rumano llamado Arena Națională, el novísimo Estadio Nacional de Bucarest será el escenario de la final europea de la Europa League. Pertenece a un complejo deportivo llamado Lia Manoliu muy vistoso, rodeado por arboledas y boulevards. El estadio puede albergar 55000 espectadores y es el gran estadio rumano a lo Wembley, construido para acoger partidos de la selección rumana, y de las finales de Copa y Supercopa, está prácticamente a estrenar y fue oficialmente inaugurado el 6 de septiembre de 2011. La final de la Europa League supone el colofón de la temporada de inauguración del Estadio Nacional.

En los prolegómenos del encuentro se produjo el reconocimiento de la institución y de la afición a Perea y a Antonio López. Por una vez el club estuvo a la altura reconociendo la extensa hoja de servicios de ambos defensas. Otros, con más motivos para el homenaje, se marcharon sin pena ni gloria del club, pero eso no es excusa para persistir en el error.
El Atlético de Madrid comenzó el partido sin energía. Desde el principio el Málaga se adueñó del partido a través de la posesión de la pelota.