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Los rojiblancos parecían estar inmersos en una profunda pesadilla de la que no podían salir, pero el pasado domingo despertaron, y de qué manera. Tras lo que nos habían mostrado en partidos anteriores, el juego del equipo era una incógnita, y más si contamos con que Saúl y Oliver fueron ausentes en este partido. Pero estos chavales bailaron al líder, al Tenerife, al que le pudieron caer unos cuantos goles más a pesar del resultado (1-0).

La Rosaleda siempre será recordada por los atléticos como el estadio donde comenzó el Cholismo. Aquel día después de Reyes de hace 14 meses, Simeone tomó los mandos de la nave rojiblanca y giró el timón para tomar la senda del triunfo. En aquel partido, donde todo comenzó, el Atlético empató a cero, justo como hoy. Jugadores y aficionados se mostraron satisfechos con el resultado, un punto fuera de casa en el estadio de un equipo de Champions era toda una proeza para lo que estábamos acostumbrados. Hoy, un año después, en el mismo escenario, ante el mismo equipo, el resultado es insatisfactorio. Puro Cholismo.

Por fin se juega en casa. Ese debe ser el pensamiento de los jugadores del Atlético de Madrid B que tras dos partidos, ante el Avilés y Guijuelo, vuelven al Cerro del Espino para poder cambiar la marcha de este equipo. Sin duda, las cosas no han ido del todo bien lejos de Madrid y […]