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Los malos resultados obtenidos en los últimos partidos de liga -3 partidos perdidos de los 4 últimos disputados, los dos últimos de forma consecutiva-, sumado a la histórica eliminación de la Copa contra el Albacete ha abierto la enésima crisis del Atlético.

Las excusas una y mil veces repetidas empiezan a perder credibilidad entre muchos aficionados. Es fácil echar las culpas a los futbolistas, a los entrenadores pero cuando han pasado más de 200 jugadores

Diego Simeone llega hoy a Madrid para firmar el contrato que lo une al Atlético de Madrid por los próximos 18 meses. Así lo confirmó Caminero el pasado viernes. Será presentado mañana al mediodía en la sala VIP del Vicente Calderón.
Unos aficionados piensan que es indiferente quien sea el entrenador, ya que la máquina destructora de entrenadores en que se ha convertido el Atlético terminará por engullirlo como a sus numerosos predecesores.

Solo Manzano empezó creyendo en Manzano. Nadie terminó creyendo en Manzano, ni siquiera Gregorio. Su fichaje fue la consecuencia de la negativa de varios técnicos que no aceptaron la oferta de trabajo que le ofrecía el Atlético de Madrid. El único que permitió que los dos máximos accionistas del club alcanzaran un consenso. La duración del contrato de Manzano llevaba a pensar que era una tregua transitoria entre ambos, más que a constatar que habían firmado un armisticio.

Hemos sido testigos de demasiadas decepciones, de frustaciones, de desastres. Pero no recuerdo algo tan bochornoso como esta eliminatoria contra el Albacete. No solo fue el partido del Calderón, fue también el partido de Albacete, disimulado por el gol de Adrián y porque aún quedaba el partido de vuelta.

Sabiendo que el entrenador está destituido virtualmente desde hace una semana los futbolistas salieron sin tensión, sin convicción.

El Atleti acaba de ser eliminado de la Copa en uno de los pasajes más negros de la historia del club colchonero. Un partido lamentable de una eliminatoria que emborrona el glorioso pasado del Atlético de Madrid. Manzano ha dicho en rueda de prensa que no hay adjetivos para calificar el partido de hoy y que está jodido.

La afición, indignada, no sabe que hacer. Unos gritan a los jugadores, otros le dicen a Manzano que se vaya.

Me gustaría hablar de fútbol. De victorias. Aunque fuera, de derrotas. De tácticas. De goles, de fallos solos ante el portero. Largueros, postes y de qué bien estuvo el portero. Apelar a la mala suerte o a la mano negra que dirige a los trencillas. Resucitar el fantasma del pupas si la ocasión lo requiriera.
Podría escribir sobre plantillas sobrevaloradas, inoportunos resbalones, laterales accidentales, mediocentros inofensivos, defensas de plastilina y una cantera que no se fomenta.

Manzano apura sus días como entrenador del Atlético de Madrid. Su salida es una realidad solo retrasada porque el miércoles hay partido de Copa. El jienense está definitivamente amortizado sobre todo, tras la derrota el domingo ante el Betis. Los cambios de Diego y Turan colmaron la paciencia de la afición.

Luis, Benítez, Simeone, Pantic, Scolari, Juande Ramos.