Es el mismo Atlético de Madrid. Son los mismos jugadores que hace un mes se arrastraban por los campos de España. Es el mismo inefable pantalón rojo. Son los mismos dos dirigentes que nos tienen hundido al Atleti. El que es diferente es el entrenador. Simeone según descendía del avión proclamó su primer mandamiento: «El esfuerzo no se negocia» y lo ha grabado a fuego rápido en las mentes de sus futbolistas. El resultado es un cambio radical en el comportamiento del conjunto.