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La selección española nos enseña el camino

Si le dicen a usted, querido lector de este blog atlético, que al entrar aquí lo primero que se encontraría es con la foto de Sergio Ramos tirando un penalti «a lo Panenka». Si me dicen a mí, que escribiría un artículo ensalzando la valentía del madridista, no nos lo hubiéramos creído nunca. Lo hago con gusto y espero que usted lo lea con placer. España me volvió a emocionar, por la prórroga, por la tanda de penaltis, por todo lo que significa ver a ese grupo de jugadores saltando y botando todos abrazados.

Después de fallar estrepitosamente un lanzamiento desde el punto fatídico en las semifinales de la Liga de Campeones, Ramos tuvo la valentía de atreverse a tirarlo, de tirarlo picando el balón, de picar el balón y meterlo y que España entera lo cantara desde el alma. Sergio Ramos se convirtió, entre otros, en el héroe para barcelonistas, atléticos, sevillistas, para todos los españoles.

Da gusto ver tan unido al fútbol español, habitualmente avituallado a base de cainismo, enfrentado por quienes no son profesionales del balón y sí de la inquina. Da gusto ver a unos jóvenes futbolistas que, al vestirse de rojo, se olvidan de todas sus rencillas y pelean todos juntos para mayor gloria de España.

Y los españoles nos sentimos orgullosos de nuestro capitán Casillas, con esa calma y seguridad que transmitió ayer y transmite siempre en los penaltis. Y de Cesc, que eligió ser el último lanzador en la tanda, porque la intuición le dijo que lo volvería a transformar como en la Eurocopa pasada. Y de Iniesta: clase y humildad. Y de Xavi, aunque no esté firmando su mejor torneo. Y de Alonso, que aparece por todas las zonas del campo para ayudar a sus compañeros. Y de Ramos, sí oiga, y de Sergio Ramos. Y de todos los demás, aunque no hayan saltado al césped aún.

Hoy la prensa deportiva  no se atreverá a hacer campaña para el Balón de Oro para Cristiano, pero tampoco se atreverá a hacerla para que se lo den a uno de los nuestros. A Casillas, a Xavi, a Iniesta que son quienes representan esta maravillosa y, quizás, irrepetible generación de futbolistas españoles que tantas alegrías y títulos está dando al deporte patrio.

El domingo 1 de julio la selección española tiene una cita con la historia. Como saben, ninguna otra selección ha logrado jamás ganar tres torneos consecutivos. España puede lograrlo. Si lo consiguen nos harán felices, si no, también porque este grupo de futbolistas nos enseña en cada partido cómo se alcanzan los objetivos: con trabajo, respeto y unión entre todos. ¡Viva España!

Del Atleti por principios. Y hasta el final.

Comentarios (5)

  1. A mi Ramos es, con Cristiano, uno de los jugadores que menos simpatías me despierta. No obstante, tengo que reconocer que ayer logró ponerme los vellos de punta con el detalle del penalti, sumado al grandísimo partido que había realizado momentos antes. Recuerdo que tiró una falta de forma espectacular que se fue por poquísimo por encima de la portería lusa en los agónicos momentos finales.

    Estoy impaciente por jugar la final y poder presumir de volver a ser campeones o, lo que aumenta el mérito, de volver a ser campeones a pesar de Del Bosque.

    Un saludo a todos y ¡viva Roja!

    • A mí tampoco me cae bien, pero lo reconozco mucha valentía el otro día. Y, como bien dice, está siendo de los mejores de la selección jugando de central por la izquierda, algo a lo que no está muy acostumbrado.

      Un saludo.

  2. ¿Valentía o locura? Como lo ha metido tendrá que ser valentía.

    • Un poco de todo, creo. Pero para mí predomina la valentía. Si lo hubiera fallado, no le hubiéramos dejado entrar en España.

      Un saludo.

  3. Yo creo que Ramos tiró de lujo. Demostró ser muy valiente, no sólo por el hecho de volver a lanzar, sino por hacerlo de esa forma. Arriesgó mucho porque de fallar le hubieran sacrificado.
    Ahora bien, como futbolista yo pienso ¿Tirar así no era también la mejor manera de asegurarse de que fuera a puerta…?
    Que el animal igual intenta ajustarla como Piqué y la vuelve a mandar PaCuenka.
    Hubo suerte, sin duda. No sé si llegará para la Final.

    Un saludo Julio!