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Atleti, talón de Aquiles de Guardiola

Su trayectoria como jugador y como técnico tiene muchas luces y muy pocas sombras. Sobre el campo, fue capaz de maravillar a toda una generación y de liderar al Dream Team de Johan Cruyff gracias a su visión de juego y a su capacidad de liderazgo sobre compañeros con el pedigrí de Hristo Stoichkov, Ronald Koeman o Michael Laudrup. Cada partido era una exhibición del joven centrocampista de Sampedor.

Y si sobre el rectángulo marcó una época y fue el precursor de un prototipo de futbolista ‘made in La Masía’, antecesor de Xavis, Iniestas y demás estrellas, a sus órdenes se gestó el mejor equipo que los ojos del que suscriben han visto en toda su vida. Una máquina incansable de ganar y de hacer buen juego gracias al toque exquisito, la solidez defensiva y la grandilocuencia ofensiva de Leo Messi, leyenda de leyendas.

Sin embargo, el currículum de Pep Guardiola también tiene algunos borrones que, en muchos casos, tienen que ver con el Atlético de Madrid. Episodios de infausto recuerdo que, por qué no, podrían tener una nueva versión el próximo domingo en un encuentro que se antoja emocionante. Como prueba, basta con mirar los antecedentes de los enfrentamientos entre rojiblancos y azulgranas, una loca obra teatral que garantiza cinco tantos de promedio, remontadas espectaculares y una puesta en escena donde todo guión se tira a la basura para lanzarse a la improvisación.

Precisamente una de esas inexplicables remontadas llegó hace ahora 18 años a orillas del Manzanares. El Barcelona, que venía de ganar cuatro Ligas consecutivas y que terminaría levantando su quinto título, aterrizaba en la capital de España con la vitola de favorito. Los primeros 45 minutos sirvieron para confirmar lo que se vaticinaba con un increíble hattrick de Romario. Sin embargo, a la salida de vestuarios todo cambió. El equipo campeón se tornó en un juguete a manos de un alocado y travieso niño que jugaba al ritmo de un polaco llamado Roman Kosecki. Cuatro goles en la segunda mitad dieron la vuelta al marcador ante la incredulidad de Guardiola y compañía.

Un par de años más tarde, llegaría un nuevo sinsabor a la vida deportiva de Guardiola. En un año marcado a fuego en los corazones atléticos, el equipo de Radomir Antic levantaba su novena Copa del Rey tras 120 minutos de intensísimo sufrimiento que vieron su desenlace con un magistral cabezazo de Milinko Pantic. Dos horas de fútbol en las que el canterano azulgrana fue protagonista.

Y donde también fue el actor principal fue en una de las mayores vergüenzas que se recuerdan en la historia del fútbol moderno en nuestro país. En la fatídica temporada del descenso a Segunda división, el Atlético de Madrid accedió a la final de la Copa del Rey tras la incomparecencia de los azulgranas en el partido de vuelta en el Camp Nou. Tras el 3-0 de la ida y con el masivo éxodo de futbolistas con sus selecciones, Louis Van Gaal se vio con solo once futbolistas, dos de ellos porteros, para afrontar ese partido. La normativa impedía hacer uso de los futbolistas del filial, por lo que el Barça, con su capitán Pep Guardiola a la cabeza, tomó la decisión de no jugar ante un once del Atlético que ya calentaba en el Camp Nou y ante unas gradas vacías del coliseo azulgrana. Díaz Vega decretaba el final del partido antes incluso de que comenzase.

Como técnico, las cosas han sido más positivas. A Pep Guardiola le contemplan 13 de los 16 títulos disputados hasta el momento, pero el único estadio que presume de haber visto claudicar en dos ocasiones al conjunto dirigido por el catalán es el Vicente Calderón. En la primera campaña de Pep en el Barcelona, un loco 4-3,con remontada antológica diseñada por las botas de Diego Forlán y el Kun Agüero, suponía la segunda derrota consecutiva del Barcelona en aquella Liga. Un año más tarde, con tantos del uruguayo y Simao Sabrosa, el Atlético de Quique Sánchez Flores, a la postre campeón de la Europa League, rompió una racha de 21 partidos sin perder de los barcelonistas al derrotarlos por 2-1. Ese sería el único encuentro que el campeón liguero perdería en la competición de la regularidad. Y el domingo, ¿seguirá la racha?

Periodista en Eurosport Yahoo! Rojiblanco como bendito castigo y nostálgico del fútbol de antaño. Politeísta creyente en Gárate, Luis, Arteche y Calderón. Fernando Torres, el profeta.
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  1. Los partidos del Atlético de Madrid contra el Barcelona siempre son especiales. Los jugadores, tradicionalmente, salen convencidos de la victoria aún sin que el Atleti estuviera en su mejor momento.

    Gracias, Jorge, por recordarnos estas grandes victorias del Atleti. Bravo por tu artículo!

    Un abrazo.

  2. paquitochocolatero

    A mi el futbol del Barcelona me aburre y los goles de Messi mas porque son todos iiguales, excepcionalmente marca alguno diferente. Simeone ha traido equilibrio mmental y ha cambiado el estado de animo de la plantilla. Mañana ganaremos, lo ssabe hasta Guardiola. El resultado, sera un espectaculo. Lo importante es que ganganaremos y ojala el año que viene estemos en Champions, asi el regreso de F.Torres estaria mas cerca. Forza Atleti! Vamos Rayito! Torres Seleccion!

    • Jorge Ordás

      Yo sería más cauto. No hay que menospreciar a ningún equipo y mucho menos al Barça. El juego azulgrana puede aburrir, pero por su superioridad, algo que nunca antes se había visto.

  3. hoy la guardiola esta mojando las bragas,vamos atleti a ganar a esos hijos de la gran puta!!