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El Atleticidio

El Atleticidio

El verano de 2011 está siendo especialmente bochornoso para el Atleti. Los hechos que están aconteciendo en la pretemporada, solo hacen corroborar que el Atlético de Madrid no es más que un moribundo acicalado con los oropeles del pasado, pero que tiene las entrañas corrompidas.

La familia Gil ha gobernado el Atleti durante la cuarta parte de su historia convirtiéndolo en su rancho particular. Lo ha hecho basándose en dos estrategias perfectamente diseñadas y ejecutadas. De los Gil y de Cerezo se podrá decir lo que se quiera, pero no se les podrá achacar que no sepan defender su corralito.

Dominar a diversos grupos de influencia: exjugadores, periodistas y Agrupación de Peñas, principalmente, ha sido una de sus estrategia. Todos son necesarios para mantener a la afición sumisa y anestesiada. Unos por acción y otros por omisión, son responsables y colaboradores necesarios.

La otra ha consistido en elaborar un veneno cuyos componentes son: derrotismo y conformismo, mezclados a partes iguales en una solución concentrada de victimismo. La fórmula es magistral, pues una vez inoculado en la afición colchonera, las derrotas la hacen más fuertes, los fracasos se asumen como éxitos, convirtiéndola en víctima voluntaria del sacrificio atlético.

Una afición que se conforma con jugadores medianos, con vergonzantes despedidas de futbolistas, promesas incumplidas, desprecios continuados; en fin, con mil y una mentiras que no, por muchas veces repetidas, dejan de tener sus frutos. Gran parte de la afición justifica la compra-venta de futbolistas, prefiere tomar cañas al calor del sol primaveral madrileño que manifestarse en contra de la gestión económico-deportiva de su club, se regodea en la veinteañera mediocridad y recuerda como si fuera ayer los dobletes, no por buena memoria, sino porque, prácticamente, han sido los únicos éxitos de los últimos veinticinco años.

No nos engañemos, el Atleti de la temporada 2011/2012 no aspira a ganar ningún título. Lo que, ya de por sí, es un rotundo fracaso. Si acaso a hacer un papel digno en alguna de las competiciones en las que participará. Generaciones enteras de atléticos, entre las que casi me incluyo, no hemos disfrutado de un Atleti campeón y no lo haremos nunca jamás mientras la bendita afición no quiera señalar a los verdaderos y únicos hacedores del Atleticidio. Asistidos por la afición, los maestros de ceremonias esperan el momento oportuno para pasaportar definitivamente al agonizante, que ya está bastante muerto, aunque aún dé señales de vida.

Del Atleti por principios. Y hasta el final.
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Comentarios (3)

  1. Efectivamente, Julio; nos han ido engañando, pero hasta ahora al menos todos los principios de temporada los iniciábamos ilusionados. Este año creo que es el peor que recuerdo -sin contar los años en segunda- desde que tengo razón, o al menos edad para recordar, ya quiza soy algo irracional y por eso soy de este equipo. Este año ya no nos queda ni siquiera la ilusión. ¡Que pena da mi Atleti!

  2. Buenos días Don Julio. De vuelta ya de mi periplo vacacional y tras intentar hacer un curso acelerado para empaparme con las novedades informativas, constato que tras quince días sin tener ningún tipo de información sobre el otrora llamado Atlético de Madrid, no me he perdido absolutamente nada.

    De acuerdo con usted, mucho me temo (y me encantaría equivocarme) que se trata de un paso más en la inexorable carrera para que el cluzz sea uno de los primeros afectados por la aplicación de la ley de muerte asistida (que a nadie se le ocurra tildarla de muerte digna, por favor. De digna no tiene nada)

    Un abrazo.

  3. Y aún con todo esto, no me arrepiento de haberme hecho colchonera…