Aún resuenan los ecos de la dolorosa derrota del derbi en los seguidores rojiblancos inconformistas que no se resignan a que perder por Real Decreto contra el Real Madrid. Aficionados que tienen el espíritu competitivo que les falta a su entrenador, a los jugadores y al presidente. Aficionados que esperan que alguno de los estamentos del club represente el sentimiento rojiblanco tantas veces traicionado desde hace 14 años. Que esperan con, cada vez, mayor desesperanza.