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La verdadera satisfacción, la grandeza de un equipo, está en la continuidad en los éxitos y no en victorias aisladas. He querido comparar a esta plantilla con otras de la historia del Atlético en cuanto a campeonatos y subcampeonatos conseguidos en temporadas consecutivas. ¿Es posible que este Atlético que estamos viviendo sea el más exitoso en la historia?

La victoria del Atlético en Valladolid dividió a la familia rojiblanca de cara al enfrentamiento de vuelta de los dieciseisavos de final de la Europa League ante el Rubin Kazan. Tras el rotundo batacazo vivido el pasado jueves en el Vicente Calderón, el contundente triunfo en Valladolid renovaba las esperanzas colchoneras. ¿Por qué no repetir el partido de Pucela en las gélidas tierras moscovitas ante un equipo en plena pretemporada?

Pues parece que no será así.

El partido arrancó prácticamente con un gol en contra. Minuto 5, Asenjo llenó al equipo de dudas en la primera que tocó. Un achique muy timorato sobre el flanco derecho de la defensa, Cata y Juanfran no detienen el avance de Rondón que driblando al estático central argentino chuta raso y potente a la cepa del primer palo. Asenjo bloca mal flojo y centrada. Un sagaz Karadeniz sale disparado al rechace y cruza picándola al otro palo de Asenjo. Comienza el drama.

Sánchez Pizjuán, domingo 5 de noviembre de 2005, se quita el chandal y espera al lado del cuarto árbitro para salir un joven y nervioso chaval. 18 años y medio. Sólo tres jugadores más jóvenes que él habían debutado con la rojiblanca en más de 100 años de historia. Uno de esos canteranos históricos está sobre el campo en ese momento, Fernando Torres, que además porta el brazalete de capitán y le hace un gesto de ánimo «¡Vamos Mario!» parece decirle. Intenta calmar los nervios moviendo las piernas para que no le tiemblen; a él siempre le gusta aparentar calma.

Tendré la deferencia ante esta audiencia fiel de no estirar más de lo necesario esta crónica, pues no es mi ánimo sádico ni mi condición la de un torturador. Dejémoslo en que este Atleti «telonero» que el Cholo sacó a escena, -con Cisma, Pulido, Kader y Asenjo entre sus principales novedades-, jugó un partido mediocre, en el que la falta de actitud -de momento con «c» y no con «p»- fué la predominante durante los primeros 91 minutos de partido, que fueron los que sobraron.

En unas horas nos visita en el Calderón el Viktoria Plzen, un equipo desconocido y oscuro de esos que se esconden en la inmensidad de las competiciones europeas y del que poco sabemos más allá de situar su origen en la recóndita República Checa. Los más académicos sabrán que Plzen es una ciudad localizada en la Bohemia occidental y que es la cuarta ciudad del país en importancia. Los más tecnólogos serán también conscientes de que es la ciudad natal de Emil Skoda

Mucho se ha escrito y hablado de lo que sucedió el pasado domingo en el Vicente Calderón. En concreto, y lejos de hablar de la buena alternativa que ofrece Diego Costa, de la resurrección de Koke (permitidme la gracia fácil con su apellido), o de que hay gol más allá del Tigre Falcao, todos los minutos de tertulias, todas las páginas iban dirigidas a esos siete minutos malditos que pudieron costar caros al Atlético. Parece como si molestase que el Atlético estuviese tan bien en lo que llevamos de temporada