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Quedan pocas horas para que comience la liga de fútbol. A mí me pasa todos los años lo mismo, siento un pequeño cosquilleo y voy contando los días que faltan desde hace dos semanas. Pero este año más aún, porque empezamos en casa de los vikingos y esto hace que aumente mi nerviosismo.

Encaramos la liga con dos decisiones que van a marcar el futuro del Atleti: la marcha de Fernando Torres y la venta del Calderón. Las consecuencias de la primera decisión ya se han podido ver: el club ha ingresado una cantidad importante de dinero que le ha permitido contratar a futbolistas buenos, de prestigio y de experiencia

Las últimas declaraciones realizadas por el entrenador y por Maniche no invitan al optimismo, sino más bien a echarse la manta por la cabeza, esperar que pase el tiempo y a ver si la temporada que viene tenemos más suerte con la gente que viene al Atleti.

También he escuchado a Cerezo que ha comentado lo de siempre: no hay que hacer mucho caso, son declaraciones puntuales. Ha venido a decir. Pues si no hacemos caso al entrenador y a una de las «estrellas» del equipo, pues ¿a quiénes les vamos a prestar atención?

Ayer escuché una entrevista a Javier Aguirre en una emisora de radio. Lo más significativo fue que reconoció que las dos lesiones de jugadores tan importantes como Maxi y Petrov le habían descolocado y despistado. Dijo que nunca le había pasado esto. Como consecuencia de ello tuvo que ir probando soluciones hasta dar con la alineación que realmente está funcionando.

Aunque ya lo sabíamos se confirman las graves lesiones de Maxi y de Petrov. Hoy han sido operados por el Doctor Guillén, y aunque las operaciones han sido satisfactorias el tiempo de recuperación será de 6 meses. O sea calculando hasta mediados de abril no volverán a jugar.

La verdad es que no se puede tener más mala suerte. Llevábamos unos años sin lesiones graves y en tres días dos de los futbolistas más importantes van a estar seis meses sin jugar.