En pleno siglo XVII y condicionado por el estancamiento económico que sufría un imperio ruso aislado geográficamente, el joven zar, Pedro I el Grande, decidió extender sus dominios buscando una salida al mar que empujara sus aspiraciones expansionistas. Bloqueada la vía del sur, al tener enfrente un poderoso imperio otomano que lo impedía, decidió entonces unirse a daneses, noruegos, sajones, polacos, lituanos… para declarar la guerra a los suecos y buscar una salida por el Báltico.
17/09/2013






