Imprevisible es no conocer de antemano lo que va a ocurrir. No es el caso del Atleti, cada día más impregnado de actos previsibles y recurrentes.
Contra el Levante, una más de tantas, que ya hemos perdido la cuenta. Tristemente, la derrota era tan previsible como las formas. Y es que no aprendemos la lección nunca. La excusa de los horarios y el cansancio sirve en otros equipos para ser lobo con piel de cordero. En el caso del el Atleti, sirve de excusa y justificación para lo que ocurrirá después.
9/04/2012






