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El mejor del partido

Giménez

Canelones

20-01-1995

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Dice la sabiduría popular que es difícil llegar, pero mucho más mantenerse. Pues el Atlético de Madrid ha hecho las dos cosas. Los aficionados atléticos, que tanto hemos sufrido, no podemos menos que disfrutar y sentirnos orgullosos de lo que están consiguiendo Simeone y los futbolistas. Por primera vez en su historia el Atlético se ha clasificado dos veces consecutivas para los octavos de final de la Copa de Europa. Para mayor mérito de ellos lo han conseguido en Turín, ante uno de los equipos históricos de siempre. Prueba de ello es que en las gradas del estadio de Turín se ha celebrado con jolgorio que la Vecchia Signora se haya clasificado segunda de grupo.

Y es que el Atlético de Madrid es considerado, tanto para los medios  de comunicación como para los aficionados extranjeros, como uno de los equipos más temidos del continente. En todos los países, menos en España, donde se le sigue ninguneando o ignorando, puesto que la mayoría de la prensa sólo tiene ojos para dos futbolistas. ¡Allá ellos! Nosotros a seguir disfrutando.

El partido tuvo dos fases bien distintas. La primera en la que ambos conjuntos pelearon por la victoria y la segunda, al final del partido cuando los futbolistas se dieron cuenta de que el resultado les beneficiaba a los dos, mucho más tranquila.

La Juventus arriesgó más, puesto que era la que se jugaba en el envite. El Atlético buscó el gol en momentos concretos. Quien más cerca lo tuvo fue Koke que estrelló la pelota en la mano derecha de Buffon. Fue la mejor oportunidad de los colchoneros. Aunque no la única, ya que Mario Suárez se atrevió con un disparo desde fuera del área que detuvo de nuevo, no sin apuros, el meta juventino.

Conducidos por Pirlo y alentados por Pogba, los turineses presionaron con insistencia sobre la zaga colchonera. Destacaron en las labores defensivas Godín y Giménez, este último con una presencia gigantesca durante todo el encuentro, jugando el que podría parecer su partido 200 c0n el Atleti, cuando, en realidad, era sólo su noveno encuentro como rojiblanco, su segundo en Europa.

La contienda pareció un armisticio en los últimos veinte minutos. Algunos querrán ver un pacto, cuando lo que ocurrió es que ninguno de los dos quiso arriesgar sus posiciones en el grupo. No tengo duda de que si el Atlético de Madrid hubiera necesitado otro resultado lo habría obtenido. Pero no lo necesitaba.

Como única preocupación queda observar que Simeone no hizo ningún cambio, cuestión ésta que merece debate: ¿no confía en los futbolistas del banquillo o fue feliz con lo vio sobre el césped? Pero no es la noche de discutirle nada a un entrenador que ha cambiado la historia reciente del Atleti. Sólo queda hacerle una reverencia en señal de reconocimiento y agradecimiento.

Foto: Club Atlético de Madrid