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Mañana el Atlético de Madrid juega uno de los partidos más importantes de su historia reciente. El resultado de la eliminatoria contra el Schalke 04 condicionará el resto de la temporada y el futuro próximo del club. Volver a jugar la Copa de Europa nos dará la posibilidad de volver a ser un equipo grande. De lo contrario volveremos a jugar la Copa de la UEFA un torneo que antes era prestigioso, pero que en esta época es menor.

La planificación de la temporada debería haberse hecho pensando en estos dos partidos, pero no ha sido así. De nuevo los dirigentes del club se han dejado una pata de la mesa sin reparar y por eso la mesa cojea. El equipo se ha reforzado en defensa y en la delantera, pero nos sigue faltando un futbolista de calidad que organice el juego desde el centro del campo. Ha habido unos cuantos rumores respecto del fichaje de ese hombre: Neves, Diego y Banega. Pero, hasta ahora ninguno se ha concretado. Así que todo quedará fiado al empuje, la garra y la genialidad de algunos de los buenos futbolistas que tenemos.

El Atlético de Madrid ha sido siempre un equipo campeón que vivió su mejor época desde finales de los 50 hasta mediados de los 70. En esa época fue capaz de lograr varios títulos entre ellos dos Copas del Rey ganadas en el Bernabéu al Madrid de Di Stéfano, considerado el mejor equipo de la historia. A pesar de que el club se vio obligado a vender a Peiró por motivos económicos, siempre se reponía y volvía a tener un equipo que peleaba siempre por ganar.

El Atleti tenía espíritu ganador. Sobraba espíritu, precisamente el que nos falta ahora. Muy pocos de los jugadores actuales conocen esto. No saben que la camiseta que visten ahora la han vestido antes jugadores como Peiró, Collar, Luis Aragonés, Gárate, Adelardo, Escudero, Griffa, Ben Barek, Pereira, Mendoça, etc. Futbolistas que han sido de los mejores del mundo. Ni tampoco saben que estos jugadores tenían espíritu ganador, precisamente ése que nos falta ahora.

NOTA: Les recomiendo esta entrevista con Enrique Collar.