Su trayectoria como jugador y como técnico tiene muchas luces y muy pocas sombras. Sobre el campo, fue capaz de maravillar a toda una generación y de liderar al Dream Team de Johan Cruyff gracias a su visión de juego y a su capacidad de liderazgo sobre compañeros con el pedigrí de Hristo Stoichkov, Ronald Koeman o Michael Laudrup. Cada partido era una exhibición del joven centrocampista de Sampedor.