Los rojiblancos parecían estar inmersos en una profunda pesadilla de la que no podían salir, pero el pasado domingo despertaron, y de qué manera. Tras lo que nos habían mostrado en partidos anteriores, el juego del equipo era una incógnita, y más si contamos con que Saúl y Oliver fueron ausentes en este partido. Pero estos chavales bailaron al líder, al Tenerife, al que le pudieron caer unos cuantos goles más a pesar del resultado (1-0).