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El mensaje que nos dejó Torres

despedida Torres

Ayer, después de casi siete años, Fernando Torres regresó al Vicente Calderón para jugar contra el Atlético de Madrid. Lo hizo en un partido especial: una semifinal de la Copa de Europa. El niño volvió hecho un hombre con 30 años en su carné de identidad. Ha pasado mucho tiempo y muy rápido desde aquel 3 de julio de 2007, día en que se anunció su fichaje por el conjunto inglés del Liverpool.

El Atlético de Madrid de 2014 es mucho mejor que el que dejó Torres. Podría deducirse que su marcha ha permitido al Atleti crecer económica y por tanto deportivamente. Visto desde una perspectiva puramente económica puede que así sea, pero el fútbol no es solo beneficios económicos.

Fernando Torres fue el vínculo que unió la grada con el club en la época más sombría de la reciente historia del Atleti. Su aparición en 2001 fue una bomba de oxígeno para un club moribundo. La afición vio en el chico el clavo ardiendo al que seguir agarrado para recuperar la ilusión perdida con el descenso a Segunda División.

El Atleti se había encontrado con el jugador franquicia que le podía permitir reconstruir una equipo. Lejos de esto la directiva de entonces, encabezada por Jesús Gil, siguió dando bandazos y llevando al club por los mismos derroteros que habían dado con sus huesos en el descenso. Le asignó, para mayor desgracia de Torres, una responsabilidad excesiva para un chaval de 17 años. Él la asumió con todas las consecuencias como demuestra que se ajustó el brazalete de capitán en la camiseta antes de tener barba. La alocada estrategia, como era previsible, no funcionó.

Además de perder al jugador más carismático y que mejor y más representaba a la grada sobre el césped, en el Atleti se abrieron las puertas para que cualquier jugador pudiera ser traspasado a otro club por una cantidad que satisficiera a los dirigentes. No importaba lo que éste representara, puesto que una vez aceptado por todos que el club rojiblanco se había desecho de su símbolo más significativo sin que tambalearan los cimientos del Calderón, lo que viniera después sería asumido sin mayor problema.

En palabras de Enrique Cerezo: «Fernando Torres no se vende, es un símbolo de este club«. Dicho y hecho, el Atleti lo vendió al Liverpool una semana después. El resto de la historia ya la conocen.

Del Atleti por principios. Y hasta el final.
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  1. El dia de su despedida ( de los mas tristes en este club ) se marcho el niño Torres, y este pasado martes volvio Don Fernando, un jugador con un palmares envidiado y envidiable, pero aun asi ninguneado, menospreciado e infravalorado por la mayoria de la prensa nacional.
    Por que ???
    Po no haber jugado en niguno de los dos equipos del regimen y no ocultar su amor y sus sentimientos hacia el equipo de su vida.
    Esos han sido los pecados de Don Fernando, campeon de todo.

    • Nunca tendrá la misma prensa que otros, eso ya no tiene remedio. Ahora bien, su palmarés no lo puede borrar nadie.

      Un saludo.