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Sexo telefónico

protesta schalke 04

En marzo de 2012, los aficionados del Schalke 04 protestaron en su estadio por el abusivo precio de las entradas que les iba a costar ver en Bilbao el partido de vuelta de los cuartos de final de la Europa League con una ocurrente pancarta escrita en castellano: Entrada 90 €= 1 € por minuto. ¡El fútbol no es sexo telefónico! Era un protesta más que justificada por cuanto el precio de una entrada en un partido fútbol alemán es unas cuatro veces menos de lo que les iba a costar entrar en San Mamés.  Claro que la Bundesliga cuida del aficionado y aquí hay que cuidarse de la LFP.

Hoy se han hecho públicos los precios de las entradas para ver el Barcelona-Atlético de Madrid en la Liga de Campeones. 93 € es el módico precio que la directiva blaugrana ha fijado para que un aficionado atlético pueda ver a su equipo en el Camp Nou. En la web del Atleti se anuncia el precio de las entradas en las que, además, se informa que los asientos destinados para la afición visitante está en la cuarta gradería del fondo sur. Carísimas y encima en el peor lugar de todo el estadio. El Barça ens vol robar.

El fútbol español ha perdido el norte, es un barco a la deriva capitaneado por unos dirigentes que desprecian el bien más preciado que tiene este deporte: los aficionados. Acusan a quienes piratean los partidos de fútbol bajo el lema: «Si pirateas fútbol, dañas a tu equipo”, mientras ellos han dejado en la bancarrota a sus clubes malgastando el dinero que recaudan, precisamente, de aquéllos a quienes acusan sin ningún pudor.

Nosotros hemos dañado al Atleti si alguna vez hemos visto un partido por internet. Sin embargo, Cerezo y Gil se fueron de rositas por estafar al propio club del que se hicieron dueños sin desembolsar ni una peseta. Pero no solo eso, sino que, aunque el Tribunal Supremo reconoció en su día el delito cometido por ellos, siguen siendo los propietarios mayoritarios del Club Atlético de Madrid, SAD. ¡Y dos huevos duros!

Ningún dirigente ha tenido que presentarse en los juzgados por los continuos daños económicos causados en su club. Ya no digo ir a la cárcel, digo, al menos, explicar ante un juez por qué y cómo su equipo ha entrado en concurso de acreedores o debe un dineral a la Hacienda Pública. Al contrario de lo que se puede esperar de un Estado de Derecho, los clubes de fútbol mantienen una relación privilegiada con las Administraciones perjudicando, gravemente, al ciudadano.

¿Quién daña al fútbol? ¿Quién daña a sus clubes? ¿Quién provoca un agujero multimillonario al erario público? Efectivamente, el aficionado que piratea.

El negocio de Tebas, Villar, Pérez, Cerezo, Bartomeu y todos los demás lo mantenemos nosotros. Su negocio se basa en nuestra ilusión, en nuestra afición a un deporte que empezó siendo de la gente y que ahora es de la clase dirigente.

Del Atleti por principios. Y hasta el final.

Comentarios (1)

  1. Soy uno de los grandes perjudicados por esta medida, junto con los otros aficionados rojiblancos de Barcelona. Imagino que el seguidor que vive en Madrid o más al sur puede consolarse con asistir únicamente al partido de vuelta o compensar el precio de la entrada con el ahorro que supono venir a Barcelona en vez de a Londres, París o Munich.

    Bajo mi punto de vista pagar 90€ por un partido de fútbol es inmoral. No es que no pueda, que ya de por si es un capricho caro, sino que no quiero. Lo siento.

    El Barça aún no ha decidido que descuento aplicará a los socios culés por entrada. Obscila entre el 5 y el 20% y como tengo amigos culés podría conseguir un descuento pero aún así es un partido caro.

    Así pues, si no me cae un carné by the face creo que lo veré en la tele. No me saldría mucho más caro ir al de vuelta y siempre es mejor ir al Calderón.