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Palanganas y colchoneros

SEVILLA - ATLÉTICO DE MADRID

La rivalidad entre los aficionados del Atlético de Madrid y los del Sevilla FC es todo un clásico de la historia del fútbol pero con connotaciones recientes muy negativas y desagradables.

En la historia reciente, las relaciones entre rojiblancos y sevillistas se enturbiaron aquel año en que ambos equipos coincidieron en Segunda División. Joaquín Caparrós, técnico del Sevilla aquella temporada, hizo unas desafortunadas declaraciones en las que manifestó que el Atlético de Madrid subiría a Primera por decreto. Todo un clarividente porque los rojiblancos no subieron.

A partir de ahí, los enfrentamientos ente el Atleti y el Sevilla han sido todos de alto riesgo. En el campo y en la grada. En el 2004 Alfaro le hizo la vida imposible al debutante rojiblanco Toché llegando a meterle la mano por el calzón en un córner. En el 2005 el delegado del Sevilla le dio un balón pinchado a Velasco para que sacase de banda. En el 2006 el Sevilla ganaba 0-1 en el Calderón, tres jugadores rojiblancos habían sido expulsados, y una lata de cerveza impactó en la cabeza de Palop aunque lo más recordado fue la botella de whisky sobre el césped. En el 2008 Maresca fue expulsado por propinar un cabezazo a Agüero… Antes del encuentro hinchas radicales sevillistas apaleaban a un seguidor rojiblanco en las inmediaciones del Pizjuan. Toda la brutal paliza fue grabada con un teléfono móvil y colgada en youtube para vanagloria de la fechoría. Repulsivo.

Dicen los que saben que todo comenzó en el último partido de la temporada 1935/36. Rojiblancos y sevillistas se jugaban el descenso a Segunda en el campo de Vallecas. Un empate servía a los locales (Atleti) pero el partido se puso complicado desde el inicio. El Atleti parecía incapaz de superar sus nervios y perdía una pelota tras otra, ni tan siquiera el 1-0 fue capaz de calmar a los colchoneros que al descanso ya perdían por 1-2. Tras la pausa cayó el tercero y, con todo perdido, el Atleti se lanzó a tumba abierta y acortó distancias. A falta de cuatro minutos para el final, el meta sevillista Eizaguirre derriba a Elícegui y el colegiado Arribas indica el punto de penalti. Protestas y más protestas. Eduardo González Valiño “Chacho”, consumado especialista, se dispone a lanzarlo pero lo envía a la cepa del poste, sin embargo, el rechace queda franco al rojiblanco Ipiña pero éste, con toda la portería para él, envió el esférico a las nubes.

Por internet circulan muchas versiones del mítico penalti de “Chacho” pero les dejo dos: una rojiblanca y otra sevillista para que comparen. No tienen desperdicio.

chacho

Después de la guerra, en la primera temporada liguera tras el conflicto, el At. Aviación y el Sevilla FC llegaron a la última jornada liguera empatados a puntos, pero con el Sevilla como primero y el Aviación como segundo por diferencia de goles. Los madrileños jugaban en casa contra el Valencia y los andaluces en Alicante contra el Hércules.

El Aviación ganó su partido mientras que los sevillanos se imponían 2-3 al Hércules, avanzada la segunda mitad. Sin embargo, a falta de un cuarto de hora, los alicantinos empataron el partido y privaron del título al equipo de Nervión. No queda claro si hubo o no alguna motivación “extra” en la mente y los bolsillos de los jugadores del Hércules pero es cierto que el meta local –según cuentan las crónicas- hizo aquella tarde el partido de su vida. A aquel episodio histórico se le conoce en el sevillismo con el nombre de “la tristísima tarde de El Bardín”.

Curiosamente, años más tarde, en 1951 Atlético de Madrid y Sevilla volvían a jugarse la Liga en la última jornada. En esta ocasión lo hacían en un enfrentamiento directo en Nervión. El Atleti, entrenado por Helenio Herrera, era primero y le bastaba el empate mientras que a los palanganas sólo les valía la victoria. El Sevilla se puso por delante pero el mítico Ben Barek empató el partido para los rojiblancos. Trascurría el minuto siete de la segunda mitad cuando un centro desde la línea de fondo del sevillista Ayala fue rematado a gol por Araujo. El colegiado catalán, el Sr. Azón, señaló el centro del campo pero el linier, el Sr. Saz, levantó la bandera. El centro de Ayala se produjo cuando el balón había traspasado la línea y, finalmente, el gol fue justamente anulado como puede verse en la fotografía.

araujo

Aún así, se armó un cirio que tuvo el encuentro “suspendido” durante casi diez minutos. En la media hora restante, el Sevilla fue incapaz de traspasar la meta de Marcel Domingo y el Atleti fue, a la postre, campeón. Sin embargo, en Sevilla nunca se aceptó de buen grado la derrota y el conjunto andaluz celebró aquel subcampeonato con la autoproclamación de Campeón.

Les dejo un documentadísimo post, sevillista, sobre el encuentro. Estén muy atentos al final y también a los comentarios de los lectores.

Ya lo ven, los Sevilla-Atleti siempre han sido más que un partido y la rivalidad retomada en la actualidad, viene de antaño.

Madrileño y rojiblanco exiliado en Cataluña. Atlético fiel y siempre a contracorriente.
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Comentarios (4)

  1. Don Billie: Yo me quedo, sin dudarlo, con esos grandes partidos y anécdotas que nos recuerda en el artículo. Grandes momentos de la historia de los dos clubes. Polémica, sí, pero sin peder nunca la deportividad.

    De los tristes espectáculos que hemos visto los últimos años, solo se puede sacar una conclusión: olvidemos y que nunca más se vuelvan a producir.

    Muchas gracias por recordarnos estos momentos históricos.

    Abrazos.

    • Eran también partidos duros y llenos de polémica pero, seguramente, no llegaban a la sinrazón de algunos Sevilla-Atleti del pasado más reciente. Sin duda, las aguas volveran a su cauce. Un saludo.

  2. Fernando Sánchez

    Un gran artículo de un genial Billie. Excelente repaso histórico

  3. Gracias Fernando. Aprendí de los grandes como tú.