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Stalinets de Leningrado

Alineación Zenit San Petersburgo

En pleno siglo XVII y condicionado por el estancamiento económico que sufría un imperio ruso aislado geográficamente, el joven zar, Pedro I el Grande, decidió extender sus dominios buscando una salida al mar que empujara sus aspiraciones expansionistas. Bloqueada la vía del sur, al tener enfrente un poderoso imperio otomano que lo impedía, decidió entonces unirse a daneses, noruegos, sajones, polacos, lituanos… para declarar la guerra a los suecos y buscar una salida por el Báltico. El conflicto se conoció como la Gran Guerra del Norte. Allí, en mitad de la contienda, con la intención de controlar la desembocadura del río Neva y en un entorno inhóspito dominado por las marismas, el Zar decidió en 1703 iniciar la construcción de una fortaleza (hoy conocida como de San Pedro y San Pablo), que suponía el nacimiento de la ciudad de San Petesburgo, llamada así en honor al apóstol Pedro, patrón del propio Zar. Surgía entonces “la ventana a Europa” que reclamaba un emperador obsesionado con occidente. Una ciudad que poco después sería la capital de Rusia por más de doscientos años.

Cuentas las crónicas que fue en San Petesburgo, concretamente en la isla de Vasilievsky, donde se disputó el primer partido de fútbol en Rusia. Hablamos de 1897 y del encuentro entre un equipo de ingleses en la ciudad (Ostrov) contra un combinado de ciudadanos rusos que andaban enrolados en varios clubes amateur. Ganaron los ingleses. Hay personas que sitúan los orígenes del Zenit en esos equipos que durante los apasionantes primeros años del siglo XX aparecían y desaparecían en función de la cambiante realidad política de la época aunque es un tema que no está muy claro. En concreto sitúan el origen del Zenit en el Murzinka, un equipo fundado en 1914 que sobrevivió a la primera guerra mundial, la revolución bolchevique de 1917 y a la guerra civil Rusia y que en 1924, ya con el nuevo régimen, cambiaba su nombre, por razones políticas, al de Bolshevik (Bolchevique), al mismo tiempo que la ciudad  hacía lo propio por el de Leningrado. En algún momento de la década posterior, el equipo parece que entró a formar parte de la Sociedad Deportiva Zenit.

Pero el origen más aceptado es sin embargo el que se sitúa en los años 20 y en la LMZ, la Planta Metalúrgica de Leningrado (Leningradsky Metallichesky Zavod). Los trabajadores de dicha factoría decidieron formar un club deportivo del que saldría en 1925 (fecha oficial del nacimiento del FK Zenit) un equipo de fútbol que hasta mediados de la década de los 30 sólo jugaría competiciones locales. A partir de 1935 el régimen soviético comienza a organizar los aspectos deportivos y de educación física a través de lo que se llamaban Sociedades Deportivas Voluntarias, al estilo de la ya existente Dinamo (en la que por ejemplo estaba el Dinamo de San Petesburgo, fundado en 1920 y rival histórico del Zenit en la ciudad).

Escudo Zenit San Petesburgo

 

Eran entidades de carácter deportivo/administrativo que solían estar vinculadas con sectores industriales, del ejército o a divisiones del propio gobierno y que tarde o temprano aglutinaron la práctica totalidad de equipos de fútbol de la URSS. Así nacieron las conocidas Lokomotiv o  Spartak y también, en 1936, la Sociedad Deportiva Zenit, ligada a la industria militar. En ese mismo contexto aparece al club deportivo de la LMZ reinventado como Stalinets (juego de palabras entre Stalin y Metalúrgicos), que iniciará ese mismo año su andadura en el campeonato oficial del país. Primero a nivel regional, alcanzando en 1938 la máxima categoría y llegando después a la final de la copa en 1939. A finales de ese mismo año, la LMZ pasa por razones de estado a estar bajo la jurisprudencia de la industria militar y el equipo se ve obligado a integrarse dentro de la Sociedad Deportiva Zenit. Independientemente de quién fuese el primero en sembrar la semilla de lo que vendría después, la realidad es que a partir de ese momento el equipo de fútbol de Leningrado participante en la liga soviética de fútbol, con mayoría de jugadores y cuerpo técnico provenientes de los Stalinets, será el inscrito como FK Zenit, perteneciente a la Sociedad Deportiva Zenit.

La llegada de la segunda guerra mundial supone un claro punto de inflexión para una ciudad que es sitiada, bloqueada y bombardeada por los alemanes durante 29 meses. También lo es para el FK Zenit, que durante el conflicto pasa a depender de la factoría óptico-mecánica de la ciudad (la empresa LOMO) y cuyos jugadores y cuerpo técnico tienen que ser trasladados en su mayoría a Kazan. Algunos de los que se quedaron fueron al frente y otros se quedaron soportando el terrible bloqueo pero, en ambos casos, hubo varias muertes significativas. Acabado el conflicto en 1944, con sobredosis de orgullo, el equipo vuelve a su ciudad para seguir la competición “normal” y ganar, por primera vez, la copa de la URSS. Éxito que sin embargo no lograría prolongarse en el tiempo y que iniciaría un periodo de crisis económica y deportiva que lo llevaría a mantenerse a duras penas en la élite del fútbol soviético durante los siguientes años. Tal es así que en 1967 el equipo terminará último de la liga, logrando evitar el descenso solamente como premio excepcional al celebrarse ese año el 50 aniversario de la Revolución de Octubre.  El equipo continuó con la misma tónica gris durante décadas hasta los años 80, en los que aupados en los métodos del entrenador Yury Morozov y su idea de construir el equipo en base a jóvenes talentos de la ciudad, el Zenit fue capaz de escalar por fin a los primeros puestos de la liga. En 1981 consigue debutar por primera vez en Europa (en la copa de la UEFA) y 1984 ganan por primera y única vez la liga de Unión Soviética.

Zenit campeon UEFA

En 1990 el Zenit rompe su dependencia de la empresa LOMO y pasa oficialmente a ser un club independiente de fútbol, cuyo primer presidente es un conocido periodista deportivo local. Sin embargo, en contra de lo que los espíritus más románticos pudieran pensar, el efecto fue letal para una institución que, sumida en una profunda crisis, acabaría a finales de 1991 formalmente en segunda división. Irónicamente, sería de nuevo la revolución comunista la que indirectamente salvaría al equipo de dicho descenso debido a coincidir en el tiempo con el colapso del régimen y la apresurada organización de una Premier rusa que le otorgaría plaza en la máxima categoría. Aun así, al año siguiente, el equipo volvía a bajar deportivamente a  segunda división, ya de forma definitiva. Ahí se mantuvo durante 3 años en los que se produjo una catarsis total de un club que acabaría transformándose en Sociedad Anónima con el entonces vice-alcalde de San Petesburgo como presidente. Los nuevos aires sentaron muy bien y consiguen retornar a la Premier para iniciar una nueva etapa, también en lo deportivo, en la que los jugadores no rusos comenzaron a tener un rol más importante en el equipo (algo inédito hasta entonces). Todo ello, junto a un estilo áspero (que sería santo y seña desde entonces), una férrea disciplina táctica y una defensa contundente hizo que el Zenit volviese a la parte alta de la tabla para ganar en 1999 la Copa de Rusia.

El espaldarazo definitivo llegaría en 2005 cuando la gasista rusa GAZPROM, monstruo económico de Rusia y muy ligada al propio Putin (reconocido seguidor del Zenit), compra el equipo. La llegada de dinero, junto al buen ejercicio del entrenador holandés Advocaat, hace que en 2006 ganen la Premier rusa por primera vez. Aparecen entonces los nombres de Arshavin o Zyryanov, entrando el nombre del Zenit dentro del mapa futbolístico europeo. Con el mismo esquema, aunque con jugadores y entrenadores que entran y salen, los éxitos se acumulan a partir de entonces: en 2009 consiguen UEFA y Supercopa de Europa, en 2010  la segunda Premier y la Copa de Rusia y en 2012 su tercera y última Premier hasta la fecha (la pasada temporada quedó segundo tras el CSKA).

Pero el Zenit tiene también un punto negro. El del racismo. Algo que sobrevuela actualmente por todo el fútbol de Rusia pero que se concretó en el Zenit hace unos años, cuando la imagen de unos seguidores del equipo lanzando un plátano hinchable a Roberto Carlos dio la vuelta al mundo. Significativo es sobre todo que su peña ultra más numerosa y activa (Landscrona) enviara el año pasado una carta al club “invitando” a no fichar jugadores homosexuales ni de raza negra, alegando que esto no congeniaba con la cultura e idiosincrasia del equipo. El fichaje de Bruno Alves desencadenó en este sentido un debate en las redes sociales sobre si debería o no ser considerado de «raza negra».  El club rechazó pública y formalmente la carta y tienen además una campaña institucional contra el racismo que es visible y patente pero la realidad es que el Zenit jamás ha fichado un jugador de origen africano y que es un tema del que los sucesivos entrenadores rehúsan hablar normalmente.

Colchonero de corazón y cuna tratando de explicarse.

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