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Brillando con papel protagonista

Jugadores del Atletico en Valladolid

Ha pasado apenas una semana desde mis útlimas líneas en esta santa casa y el Atlético, atronando cada vez que salta al césped, acumula dos victorias más en su casillero. Dos triunfos tan similares en cuanto a las sensaciones y al marcador final -dos goles de ventaja- como diferentes en la manera en que se produjeron. De haber nacido actor en lugar de equipo de fútbol, este Atlético podría haber arrasado en la última elección de los Premios Emmy celebrada la pasada madrugada. Le da igual meterse en el papel de gangster que en el de elegante galán o condenado a muerte que se niega a clavar sus rodillas en el suelo.

Al Atlético del Cholo Simeone no le importa qué personaje interpretar cada tres días. Se mete en la piel quien toque y ejecuta el guión escrito por el entrenador-director argentino con brillantez. No es lo mismo disputar el debut -frío desde la grada bajo mi punto de vista- en la Liga de Campeones ante un coco con petrodólares que visitar un campo como Zorrilla, donde la resaca del choque europeo y la presencia de otro encuentro 72 horas después pueden descentrar a unos jugadores con vitola de favoritos ante los pucelanos.

Pero ni en uno ni en otro escenario el Atlético se descompuso. Mente fría y aplomo cuando las cosas vinieron mal dadas en Europa y templanza y paciencia cuando el gol no terminaba de llegar en el Nuevo Zorrilla. En ambos encuentros, las botas de Koke prendieron la mecha y la culminación la firmaron cinco jugadores distintos (¿dónde quedaron los tiempos de la Agüerodependencia y la Falcaodependencia?).

Estas dos últimas interpretaciones permiten estar en todo lo alto tanto en Liga como en Champions y el dato es demoledor: en ninguno de los 720 minutos de temporada oficial (Liga, Champions y Supercopa) el Atlético ha ido por detrás en el marcador, no conoce la derrota ni ha necesitado remontar. El dato ilusiona, pero llegarán momentos malos y será entonces cuando haya que sacar conclusiones sobre el Atlético a un nivel más completo.

Para remontarnos a la última vez que los rojiblancos fueron perdiendo hay que remontarse a una fecha mágica en la historia del aficionado, el 17 de mayo en la final de Copa en el Bernabéu. Un escenario, por cierto, que ya se vislumbra en el horizonte colchonero. Habrá que ver si el actor rojiblanco interpreta la secuela de aquella inolvidable gesta pero antes hay que cumplir con la obligación, visita de un siempre correoso Osasuna al Calderón. El ‘partido a partido’ nunca fue tan real como en esta versión del Atlético dispuesta a pulverizar todos los registros históricos.

Periodista en Eurosport Yahoo! Rojiblanco como bendito castigo y nostálgico del fútbol de antaño. Politeísta creyente en Gárate, Luis, Arteche y Calderón. Fernando Torres, el profeta.

Comentarios (1)

  1. Coincido plenamente. La capacidad de adaptación del Atleti a las diferentes situaciones que se presentan en un partido es una de sus mejores virtudes. Y las está explotando a la perfección.

    Un abrazo.