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La chispa de la vida

El Atlético de Madrid visitó ayer la fábrica de Coca Cola de Fuenlabrada y a juzgar por las caras del book del equipo colchonero hay que concluir que se lo pasaron en grande. Si la cara es el espejo del alma, los jugadores y demás miembros de la comitiva hicieron honor al lema de la casa: La chispa de la vida. Con ese espíritu de optimismo que los rostros dejan entrever tengan por seguro que a la mala racha le quedan tres días en el Manzanares. Vamos, lo que tardemos en coger el avión y llegar al Bocho y saltar al césped de La Catedral ¡Tiembla Bilbao, que llegan los optimistas!

Para empezar, quiero que se centren en esta imagen porque tiene más miga de la que parece. Miguel Ángel y Turan, con medio empaderado aún dándole vueltas en la boca, dialogan en turco-español: Migüel Anguel, qué bien se vive en Espagna; a la vez que con gesto cómplice golpea, cariñosamente, con su mano diestra el codo izquierdo del Consejero Delegado. Gil Marín le señala con el dedo índice en un gesto paternal, la próxima Arda, la próxima hay que meterla, por favor y si puedes, solo si puedes, si ves que no, pues tampoco te vayas a lesionar. ¡Qué lejos quedan aquéllos tiempos de «Al negro le corto el cuello. Me cago en la puta madre que parió al negro»! Paz y amor.

El discreto Courtois quiere pasar desapercibido, pero no lo tiene difícil. Descuidadamente, se dedica a lo que mejor hace, atrapar. En este caso, atrapar medias noches, que así de alto está el angelito ¡Lo a gusto que estará su señora madre sin tener que hacerle la cena todas las noches! Al fondo, en la pantalla, el gran Arconada, que ajeno a cualquier circunstancia, sonríe entrenecedoramente como si no le hubieran metido el gol en el Parque de los Príncipes. Él no se acordará, pero ¡yo sí! ¡Odio a Platini desde el 84!

Pasemos a la fotografía que acompaña a este artículo y que pueden ver ampliada aquí. No se dejen engañar por el aparente aspecto circunspecto de nuestro entrenador. Él está a lo suyo. Por más que lo quiera disimular, le hemos «pillao». No está prestando atención, como parece, a las explicaciones que le da alguien que no sale en la foto, pero que está allí. No se confundan. Él a lo suyo, que es encontrar diferentes combinaciones de números cuya suma dé un resultado de 11. Ésa será la táctica que empleará en el próximo partido. Quizás se le ocurran hasta dos diferentes y así se lleva el trabajo de la semana hecho a casa. Mira tú qué bien. Entre Coca Cola y Coca Cola, táctica que te crió.

En el lado opuesto, Pizzi, que lleva la gorra regalo de la casa, entre cruzada y al revés, mismamente como su mirada. Labio inferior mordido como en actitud de esforzarse todo lo que puede en comprender la charleta que le están dando. Para mí que hasta está pensando un plan para hacerse con la fórmula secreta del famoso brebaje. Hay algunos que discurren como nadie. Detrás y a la izquierda de Pizzi, Tiago, el más listo del brillante grupo, que con actitud distraida, desvía la mirada hacia una bella señorita que cruza por delante de todos. Entre ambos, Domínguez, que ha decidido mostrar su enfado porque lleva dos partidos seguidos sin jugar y alejarse por completo del míster al que ni siquiera le dedica una mirada de complicidad. Tranquilo Álvaro, tranquilo, le dijo Manzano nada más llegar, conmigo el sentimiento atlético está asegurado, la cantera es lo primero. Éste Quique, prosiguió Manzano, si es madridista hombre, pero ¿como no te diste cuenta antes?

Si abren el siguiente enlace descubrirán quién está al mando de la nave rojiblanca. Dos hombres y una misión: rescatar de la zozobra al Atlético de Madrid y conducirlo con mano firme hasta el séptimo puerto. Parece que no hablan, pero si se fijan bien, podrán descubrir los pinganillos que disimuladamente tienen en las orejas. Si se callan, les podrán escuchar:

– Oso Rojo, llamando a Madroño Blanco.

– Te copio, Oso Rojo.

– Tú tranquilo, Gregorio.

– Si tranquilo estoy. Aunque lo de ¡Manzano, vete ya! pero ¡si acabo de llegar! … ¿Cuántos crees que lo cantaron, Oso Rojo?

– Sabes que confío en ti. Tu puesto no peligra. Nos conoces, sabes que cuando fichamos a un entrenador estamos a muerte con él, pase lo que pase, cante lo que cante la grada, que aquí estamos nosotros para defenderte.

– Lo sé, Oso Rojo.

– En verano apostamos por ti. Fuiste el cuarto entrenador de la lista, firmamos un contrato por un año. ¿Qué más pruebas necesitas de nuestro apoyo?

– Ninguna, ninguna.

– Tchssss, que nos descubren, Madroño Blanco. Cambio y corto.

– Cambio y corto.

Pero, a mí lo que me da tranquilidad, pero tranquilidad pata negra, es ver a toda la tropa junta, unida en amor y compañía, «todos somos responsables, no solo el entrenador» «el gol llegará, todos debemos estar tranquilos», «los espacios van a venir solos y también se van a generar las oportunidades sobre al arco rival».

– Gregorio, que no, que no, que 1+2+5 no suman 11, te pongas como te pongas.

– Que sí, que sí, ya verás 1+2+…

Del Atleti por principios. Y hasta el final.

Comentarios (6)

  1. la pena da pena. Es patético verlos allí y con esas miradas y pintas. Siguen destrozando el club, día a día.

  2. Me parece que la visita a Coca Cola no es para hacer leña del árbol caído. También el Madrid se fue a montar en Karts la semana pasada y el Barça hará sus visitas a la fábrica de galletas…
    Eso sí, aunque el inicio de todo esto parte en Jesús Gil y Gil, por comentarios como el que citas le prefería a la indiferencia de su hijo y de Cerezo. Al menos Gil sí demostraba que le jodía que el Atleti perdiera. De hecho te digo, estoy convencido de que con él nos hubiera ido algo mejor estos años. No lo sé, quizá me equivoque. Pero en su época echaba a entrenadores yendo terceros… Eran otros tiempos :S

    • Por eso me lo he querido tomar con humor. Lo que me ha parecido significativo son las caras de «alegría» que transmiten. Me dan muy mala espina, ojalá me equivoque.

      Estoy de acuerdo Gil y Gil sentía más el Atleti que todos los que dirigen ahora el club. Eso sí, lo sentía a su manera.

      Abrazos.

  3. Con Gil (padre) se cocinó todo el caldo de cultivo del patetismo que estamos viviendo ahora. Pero fíjate como será de malo el hijo para que terminemos acordándonos del padre.

    Un saludo.

    • Estoy de acuerdo en todo. Como le he dicho a José, Gil padre sentía el Atleti a su manera, pero los dos que están ahora, ni eso.

      Abrazos.